14 de septiembre de 2012

LAS COLAS

Te has dado cuenta que en una cola hay por lo menos 1 persona con un niño que está más desesperado que tu?, te has fijado que siempre habrá una persona mayor?, has notado que hay alguien con ojos tristes?, o el que no durmió, alguien sumamente cansado o alguien que tiene una prisa superior a la de los demás, alguien que está enojado con el mundo y alguien que no se atreve a levantar los ojos del suelo porque se siente inferior, el que le grita al empleado y el que acepta cualquier maltrato de éste?,




¿Cuando has dicho, "yupiii" voy a hacer cola, a ver a quien puedo bendecir hoy!!!!?  (digo, porque yo la verdad hasta ahora nunca lo había hecho)
Cuando estas en la cola del banco, estas esperando de mal humor, porque el cajero no se apura, si estamos en la del super, peor porque la señora de adelante trae un producto de más que lo que permite la caja rápida, si vamos al cine, nos molestamos porque el de adelante va a ganar el asiento que yo quiero y cuidadito con que alguien ose meterse en la cola de las tortillas porque así le anda yendo.



Mientras esperaba turno para pagar el cable, estaban 2 personas adelante de mi y después de haber hecho cola por más de una hora, llegó una persona mayor y se formó al final, como la cola daba vueltas quedó paralela a mi, noté cómo la mayoría de las personas formadas bajaron la mirada o voltearon a otro lado, algunos no tuvieron reacción alguna,  Dios me movió a cambiar lugar con ella, y en verdad me confieso, no estaba contenta con la instrucción, es decir, tenía más de una hora formada y ya casi era tiempo de ir por mis hijos a la escuela, y no era dejarla ponerse adelante de mi, (porque además me hubiera echado encima a los que estaban detrás), era cambiar completamente de lugar, sabiendo que la indicación venía de Dios, porque de ser yo, simplemente habría vuelto mis ojos a la pantalla del celular y nadie diría nada, cambié mi puesto con ella, y mientras hacía esto Dios me mostraba una mirada de gratitud tan grande que toda duda desapareció de mi, me sentí 200% pagada por mi acción.



Pero Dios es abundante en todos los sentidos, las personas que estaban atrás se quedaron atónitas, la cajera quitó su cara de amargura y comenzó a sonreír, el señor que criticaba cada servicio que iba a pagar, dejó de hablar mal, la otra empleada comenzó a moverse por la fila viendo que servicio requería cada quien y re-dirigió a cada persona, en menos de 15 minutos yo había hecho mi pago y estaba en camino a recoger a mis hijos.

Mientras meditaba en lo que había pasado, no podía dejar de pensar que Cristo tomó mi lugar en la fila, pagó antes de que me tocara pagar a mi y facilitó mi llegada a la ventanilla, quitó todo lo que "ensuciaba" mi espera, cambió tristeza en gozo y llanto en alegría; pero para que esto pasara, tuve que dejarlo tomar mi lugar, tuve que salirme de mi camino andado, dejar, aparentemente, perderse el tiempo invertido en llegar a la meta.


¿Cuanto tiempo tienes haciendo cola hasta el día de hoy?, soportando el cansancio, los malos tratos, las caras largas, y no ves que avance la fila, escuchando cómo reclama el de delante de ti, y cómo el que viene atrás ya está "refunfuñando"?

Deja que Cristo tome tu lugar, ve al final de la cola, y verás como todo a tu alrededor cambia, la diferencia entre lo que me pasó en lo natural y lo que pasó en lo espiritual es que en lo natural al llegar a la ventanilla tuve que pagar el total de la factura, pero en lo espiritual, cuando llegues a la ventanilla te darás cuenta de que la factura ha sido completamente pagada, por lo que debías y por adelantado todo lo que vas a "consumir" el resto de tu vida.




"Señor Jesús, ven y toma mi lugar en la fila, te cedo mi espera, mi sacrificio y mi tiempo, creo y acepto que pagaste por mi, y que tengo mi "servicio" asegurado por la eternidad, quiero ser testimonio de ti, y que otros puedan ver en mi, lo que tu puedes hacer por ellos."

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