30 de septiembre de 2011

Bendice alma mía a Jehova.... ¡¡¡aunque quieras golpear a alguien!!





¿No te ha pasado que vas en el coche con muchísima prisa y el alguien que va enfrente no decide por cual carril ir? ¿o que alguien se estaciona en el lugar que tienes hooooras esperando que se desocupe? Que tal cuando le pediste a alguien un favor urgente y ups, se le olvidó, o cuando le prestaste algo a alguien y le dio amnesia galopante, pagaste un trabajo por adelantado y alguien no volvió a aparecer..........  





Podría enumerar incontables "alguienes" y te puedo asegurar que al menos uno te ha tocado. Y esas son las cosas triviales, hay también "alguienes" que tienen un mayor impacto en tu vida, como tus padres, tus hijos, tu pareja, tus hermanos  y éstos también en determinado momento entran en la categoría del alguien a quien quieres golpear. Y si dices que no es cierto, eres un mentiroso en serio porque hasta el más santo en determinado momento de su vida quiere golpear a alguien, yo creo (a la mejor me regañan por decirlo) pero pienso que incluso Jesús tuvo ganas de golpear a su alguien, como a los mercaderes en el templo, a mí personalmente me hubieran dado ganas de darle un zape a varios de los que convivieron con Jesús, pero bueno esa es la diferencia entre Él y yo, su magnífica misericordia.
 
Cuando estás pasando por un tiempo difícil, ya sea como comentaba antes, un momento trivial o ya sea un divorcio, un problema con tus padres, con tus hijos, etc. Lo primero que viene a flote es el instinto de “defenderte” molestándote, gritando, golpeando, mintiendo, menospreciándote o menospreciando a la otra persona. Después de eso viene el arrepentimiento del -por qué dije esto o aquello-

Cuando las cosas son serias, además sucede que la situación te deprime, te enoja, las cosas salen de tu control y quieres gritar, oras para que ya llegue el tiempo del arrebatamiento y le dices a voz en cuello a Jesús, YA VEN POR MIIIIIII. Y es entonces cuando te das cuenta que dejaste ir muy lejos a tu alma, debiste de haberla detenido antes de llegar a este punto.



El alma no es un “espíritu etéreo” el alma es 
todo lo que piensas, sientes, anhelas, extrañas, disfrutas, te divierte, es quien eres tu como ser humano, tu comportamiento, tus reacciones, emociones,  todo ese tipo de cosas son las que maneja el alma, así que cuando le das chance de comenzar a enojarse o a deprimirse se va a encargar de darle vueltas y vueltas hasta que haga más y más grande la situación y llegará un momento en el que eso que te lastima, la persona que te traicionó, quien habló mal de ti, el que no se decide por el carril o el que se metió en la fila, la vecina que te echó la tierra a tu banqueta o el chofer de autobús que se te lanzó encima; sea tan pero tan pesado a tu alma que te aplastará contra el suelo, y vaya que sé de lo que hablo.



En el momento que sientes que los zopilotes del enojo o la tristeza comienzan a dar vueltitas encima de tu cabeza ALEJALOOOS, un predicador decía hace algún tiempo donde me congrego, las aves pueden volar sobre tu cabeza, pero no las dejes hacer nido. Cuando comiences a sentir una sensación que sabes que no te va a llevar a nada agradable para tu vida o tu alma, entonces sube el volumen de tu voz, y grita


                                                  ¡¡¡¡BENDICE ALMA MIA A JEHOVA!!!! 

Canta, danza, dale gracias por todo lo que SI te ha salido bien, por lo que viene adelante. Y el alma se sujetará al espíritu y te puedo asegurar que aquel problema se hará chiquito, en lugar de ir creciendo más y más, y te será más fácil ver la solución, ver lo que viene después, la victoria después de la batalla.






Salmos 103

13 de septiembre de 2011

¿HAS SUFRIDO ANOREXIA ESPIRITUAL?

YO SI

En serio, mira he pasado diferentes cosas en mi vida, algunas han sido muy buenas, tan buenas que me olvido quien las hizo, y ha habido cosas muy malas, tan malas que se me olvidó quien me sacó de ellas.

Siempre he dicho que el problema de alguien es tan grande como esa persona lo perciba, un problema mío a la mejor es insignificante para otra persona, pero para mi puede parecer el fin del mundo. Hace un poco de tiempo pasé por una de estas situaciones, yo sabía que muchas mujeres han pasado por esta situación, también sabía que la mayoría habían salido sin problemas adelante, pero en ese momento para mi, era el fin del mundo. Ahora miro atrás y me veo parada aquí y me doy cuenta que el mundo no acabó, sigo viva, sigo adelante, he crecido, he madurado, me he liberado en muchos aspectos.

Pero mientras pasaba por esa circunstancia sufrí de ANOREXIA ESPIRITUAL, trataba de buscar la palabra, de buscar a Dios, pero en cuanto me acercaba a Su palabra sentía una apatía absoluta por ella. No quería orar, no quería alabar, no tenía ganas que me dijeran nada que tuviera relación con El, cuando oía alabanza cada nota pasaba por encima de mi cabeza, estaba muy ocupada lamentando mi situación como para "atraparla", y cada palabra que me daban la recibía con una sonrisa (externamente) pero a solas quería vomitarla, pensaba "de que me sirve esta palabra si todo sigue mal, si las cosas no son como se supone que deberían"

Sentí una fuerte tentación de alejarme de todo, de toda persona que me dijera "todo estará bien, confía en El" AHHHHH, dejen de decirme esooo, NO está bien, no es así como se supone que sería, yo he sido fiel, he confiado, he sembrado, he compartido la palabra, he perdonado, he sido obediente, HASTA AYUNE, (y vaya que eso para mi es algo muuuuuy dificil) y nada es como TU dijiste que sería, como por que habría de confiar en Ti???

Me veía al espejo como un ser extraño, justo como se ve una persona que sufre anorexia, un adefesio, rechazada, fuera de lugar, inútil, fea, hipócrita, mala, gorda, vieja, cualquier adjetivo que quieras ponerle que me hiciera sentir más mal, mas hundida en mi desgracia, y además de anoréxica, masoquista, en serio, quería sufrir, que todo el mundo sepa que sufro. (Había un personaje en la tele que se golpeaba en la pared y decía sufro sufro sufro, bueno, yo estaba igualita)

Doy gracias a Dios en cada momento por mis padres espirituales, por mis maestros y por mis amigas y hermanas en Cristo. (no dejo a un lado a mi familia que fue un gran apoyo en estos tiempos, están dentro de las amigas y hermanas en Cristo) Pero las enseñanzas de mis autoridades espirituales me dieron la fortaleza para hacer lo que se debe hacer en caso de Anorexia, OBLIGAR al cuerpo a recibir alimento. Así que yo obligué a mi alma a seguir alimentandose, cerré la boca para no vomitar lo que luchaba por salir, declaraciones que hubieran marcado mi futuro y me hubieran llevado a un camino mucho más oscuro del que ya estaba viviendo, antes solo iba al servicio de los domingos, así que sometí a mi alma a hacer una comida más a la semana, sometí a mi alma a tomar sus vitaminas en la escuela de ministerios, aún con clases que ya antes había tomado, dejaba prendido mi reproductor tocando alabanza toda la noche mientras dormía, imprimí palabra que me había dado la gente y palabra que yo misma encontraba y la distribuí por todas las paredes en mi casa, en el refrigerador, en mi habitación, en mi lugar de trabajo, en la sala, hasta en el baño.

En un principio me costó trabajo, pasaba estas citas de largo, las veía pero no las hablaba, con el tiempo comencé a detenerme en cada una de ellas y a darle 10 segundos para absorberlas, las citas han ido cambiando, ya he cambiado las de consuelo por las de aliento, las de "chiqueo" por las de valor, y debo decir que el día de hoy me siento más nutrida que nunca antes en mi vida, me falta mucho y lo sé, Gracias a Dios que de El nunca dejamos de aprender, ahora voy por todos lados buscando alimento, de cualquiera que se pone en mi camino, soy como sanguijuela chupando todo lo espiritual que pueda si tu recibes, yo también lo tomo, si le dieron palabra a alguien yo me estiro y la tomo para mi también.

Dios me ha levantado de una forma inimaginable para mi, pero sé que no lo hizo solo por mi, porque El todo lo malo lo usa para bien. El enemigo vino a robarme, a matar mis sueños y mis anhelos, vino a destruir parte de mi vida, del destino que Dios desde antes que naciera había visto para mi. Pero lo que el enemigo no sabe, es que mientras el más daño quiera hacerme yo más voy a levantarme y a bendecir la vida de otros, mientras más el quiera hundirme, yo más alto voy a volar, mientras más quiera robarme, más va a tener que restituirme.

Y esto es algo para ti también. NO TE DEJES ENGAÑAR, no caigas en la anorexia, alimentate, cierra la boca no vomites lo que el enemigo quiere sacarte, llenate de nutrientes, engorda de la palabra, somete a tu alma, como publiqué hace unos días. "Bendice alma mía a Jehova......... aunque tengas ganas de gritarle a todo el mundo" mmmm, creo que tengo el título de mi siguiente publicación =)    Y comparte, usa lo que el enemigo quiere hacer para mal y dale la vuelta, bendice a alguien más, te aseguro que siempre habrá alguien que necesite de tu testimonio, y más cerca de lo que crees.

Prospera tu alma hermano, amigo mío, aliméntala, para que TODO lo demás te pueda ser prosperado
3a Jn 1:2

5 de septiembre de 2011

¿TU SABES CUAL ES TU PROPÓSITO?

Algunas veces no nos damos cuenta de que las personas que vemos a diario, son personas que están ahí para recibir lo que Dios quiere que yo les lleve, y pasamos días, meses, hasta años, caminando al lado de estas personas y nunca nos detenemos a preguntar a Dios, que quiere que yo le comparta a esa persona, algunas veces será una palabra, otras una siembra, pero a la mejor es simplemente una sonrisa o una palmada en la espalda.

Hace uno o dos años murió una persona con la que yo perdí la oportunidad de compartirle, cada vez que le veía pensaba en que el momento no se "prestaba", era un hombre que estaba enojado con Dios por la muerte de una hija, y su corazón estaba endurecido y esto a mi me daba miedo, porque pensaba que no estaba preparada para enfrentarlo; el hombre estaba completamente sano, en muy buena condición física, así que creí tener tiempo para "prepararme" y cuando menos pensé me avisaron que había muerto. Hoy tengo una carga muy fuerte por este hombre, no es una carga de condenación, sino una de no dejar que vuelva a pasarme lo mismo, de no dejar de dar una palabra por más simple, corta o rápida que sea a una persona en necesidad, decirle a la gente que hay quien Dios le ama tanto que dio a su hijo por él/ella. Y me he dado cuenta que cuando te decides, realmente las palabras vienen solas, fluyen por el espíritu hacia la boca.

Tal vez la señora que te atiende todos los días en la tortillería está pasando por algo que Dios quiere sanar, o la cajera del super, o el taxista, la persona que se sienta a tu lado en el camión, o tu vecino, mamá del compañero de clases de tu hijo o la secretaria de tu dentista; la gente siempre tendrá algo que recibir y yo siempre podré ser el conducto que Dios use para llegar a ellos.

En verdad no es difícil, increíblemente (por decir una palabra por que viniendo de El todo es posible y creíble), cada que Dios quiere decirle algo a alguien las cosas se dan solas. Tu dices -hola como estás -  y la persona abre su corazón ante ti, y no es para que le digas ahhhh si a mi también me duele acá o, uuuy eso no es nada, a mi me pasó peor, etc. no es para tener empatía en lo malo, es para que le diga, oye se lo mal que te sientes, porque he pasado por ahí, pero salí adelante por que Dios me levantó, porque lo puse delante de El, confié y fuí a Su trono, con fe, creyendo que lo que El dice, si dice que será hecho El lo hace. Que El sabe el final de ésto y Su voluntad es buena agradable y perfecta. O quien sabe, tal vez el Espíritu Santo te dice que solo escuches, o que le des una mano, o una sonrisa, o lo que El tenga para esa persona.

Pero esto no es solo los domingos que vengo "fortalecida" porque acabo de recibir palabra, o los días que te congregas o cuando sales de la conferencia, tampoco es 1 hora antes de ir a la congre para tener algo que platicar. Esto lo debes hacer el día que sea, donde sea y a la hora que sea y para ésto tienes que tener una relación con Dios, con Su palabra, para estar preparado en cualquier momento.

Todos tenemos un propósito que Dios nos dio, específico para cada uno. pero hay un propósito general, un mandato para todos y esto es IR Y PREDICAR EL EVANGELIO en todo lugar y tiempo.

  Una amada amiga y maestra compartió un día que ella veía su propósito como una persona, para poder identificar si estaba actuando o no. Y preguntaba ¿que está haciendo hoy tu propósito? está sentado viendo el reality, está jugando en la compu, está en el gym,?  que está haciendo?

Y tu, estás le estás dando acción a tu propósito?