12 de abril de 2012

MAMÁ MIS TAZOOOOOOOOS



Hace algunos domingos llegábamos algo tarde al servicio por lo que llevaba a los niños casi casi de "jarrito" Para aquellos que me conocen podrán imaginar la escena, mi negocio en un brazo (mi caja de libros), la bolsa en el otro, las mochilas y las chamarras de los niños en el hombro, el celular en la boca y las llaves colgadas en el dedo meñique, y mientras cerraba el coche con una "ágil" patada y terminaba de cerrarla con un muy "sutil" golpe con la cadera, lanzaba voces a mis pobres retoños (que aún terminaban de masticar el hot cake que tuvieron que desayunar en el camino) ¡córrele niño! ¡apúrate hija! ¡andaleeee ya comenzó la alabanzaaaa! --al que tenga hijos y se le haya hecho tarde en alguna ocasión podrá comprenderme. =)





































Sucede que con las carreras, a mi retoño varón se le cayeron sus tazos (discos de cartón, metal o plástico, que vienen en las bolsas de botanas y sirven para "algo", son sumamente valorados en el ámbito infantil y cada uno es como un pequeño tesoro invaluable para el desarrollo de las relaciones sociales en este tan peculiar círculo demográfico, nótese mi lenguaje científico) y después del tirón en seco por el alto total que aplicó en mi mano escasamente libre de tiliches, me gritó --MAMÁAAAAAA, MIS TAZOOOOOS.-- A lo que como toda madre consciente de semejante tragedia me detuve y valoré la situación, viendo que 3 eran recuperables, 2 podían lograr salvarse con alguna contorsión ligera, y el resto eran pérdida total, habían caído bajo un carro que obviamente no se iba a mover hasta dentro de aproximadamente 3 horas, así que le hice saber el diagnóstico del asunto a mi hijo, con lo que logré unos ojos vidriosos y un grito desgarrador --NOOOOO, si un niño sale antes que yo NUNCA podré recuperarlooooos.-- Como madre puedo decir que su angustia me hizo pensar en alternativas desde echarme panza al suelo a buscarlos, hasta levantar el coche con mi súper fuerza de madre, pero en mi caso, ninguna de las 2 opciones eran viables así que opté por tratar de razonar con él.... ¿alguna vez has tratado de razonar con un niño en estado de shock? pero al final después de un largo lapso de silencio, me dijo, --mami, ¿si me porto bien, me dejas salir antes de que termine para esperar a que se vaya el coche?-- así que le dije que si se portaba bien y se hacía acompañar por su hermana, dejaría indicaciones en la escuela dominical de que los dejaran salir un poco antes para que estuviera ahí a la hora que el dueño del vehículo causante de todo ésto moviera el coche, en cuanto lo dejaron salir fue y se sentó en la banqueta y esperó pacientemente a que el auto se moviera, (para mi hijo las palabras paciencia y esperar no habían cobrado significado hasta ese día)



Bueno, una vez dibujada la escena, paso a lo que Dios me enseñó ese día. Porque Dios usa toooodo para mostrarte algo y el que quiera oir que oiga......... y el que no... ps' no  =)  

Muchas veces vamos por la vida tirando nuestros tazos, algunas veces será por descuido, otras por algo que no estaba en nuestras manos prevenir, y otras porque alguien tuvo la osadía de robarlos, y en la mayoría de los casos ésto puede parecer irremediable, podremos recuperar algo de eso que perdimos en el camino, pero habrá lo que nosotros creemos pérdida total. Dios puede ver nuestro dolor e incluso dolerse con nosotros, pero eso no va a hacer que se "eche de panza" o quite de nuestro camino lo que sea que impida que recuperemos lo perdido, no porque no quiera, sino porque las consecuencias de lo que hacemos en desobediencia o descuido, no le permiten protegernos, la buena noticia es que El siempre nos va a dar un cómo, cuando nosotros guardamos silencio y exploramos las opciones que Dios nos ha mostrado en Su palabra, y obedecemos lo que El nos ha indicado, seguramente encontraremos una salida a esa situación, y con fe y paciencia podemos sentarnos en la banqueta a esperar que el obstáculo se mueva, para poder recuperar lo que es nuestro, Dios nos va a instruir y a dirigir, pero de nosotros depende escuchar, obedecer, hacer y esperar.
                                        

Mi hijo recuperó todos sus tazos, y los guardó en su bolsita con mucho cuidado, cada que sale con ellos, los cuenta antes de salir, tiene la precaución de verificar que la bolsita esté cerrada, y los cuida mucho más que antes. Cuando nosotros recuperamos algo que habíamos perdido, seguramente tendremos mucho más cuidado, prestaremos más atención y habremos aprendido a tener fe y paciencia.




1 comentario:

  1. si le dan me gusta por favor píquenle 2 veces porque está medio loco el blogger últimamente. =)

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